28 - LA ESPERA
Aquí me tienes…
huérfano
de tus besos,
con
el último tatuado en forma de espera,
acechando
tras el telón con el afán incendiario
de
adherirme a la profundidad de tus ojos,
de embuirme
en el embrujo de tus sábanas…
de
raptarte la noche entera.
De
paliar cualquier sed que abata tu cuerpo,
de
liberar las inquietudes de tu lengua,
de
temblar con los perfumes que me inyectes,
de
confinarme tras la cisura que esconden tus piernas,
de
prenderle fuego a la incertidumbre…
de
disolver sin pretextos las pavesas.
De
buscar el aire de tu entorno
no
para respirarlo, sino para vivirlo,
aunque
sea solo hasta sentir el instante
en
que me infrinjas la muerte dulce…
sin
predecir las maneras.
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